La automatización potencia lo que nos hace únicos

Aprender sobre automatización implica tener habilidades fundamentadas en el pensamiento computacional y el pensamiento constructivo

Telegarden (un telejardín robótico) fue una instalación de arte desarrollada en la University of Southern California que se conectó a Internet en junio de 1995 y permitía a los usuarios de la web interactuar en línea con un jardín lleno de plantas vivas.

En él, cualquier usuario podía plantar, regar y monitorear el progreso de las plantas a través de los suaves movimientos de un brazo robótico, el cual era manipulado mediante Internet, mientras que otros visitantes podían ver la exhibición. Telegarden fue exhibido en el vestíbulo del Ars Electronica Center, en Austria, donde permaneció en línea las 24 horas del día, hasta que lo desconectaron en agosto de 2004.

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De manera similar a Telegarden, nuestras aulas de clase fueron puestas en línea a comienzos de 2020 y, desde entonces, en las comunidades educativas reiteramos que el uso de tecnologías, como la automatización, potencia nuestras habilidades.

Uno de los mayores retos que enfrentamos en la clase de Diseño y Tecnología, al estar totalmente en línea, ha sido mantener la enseñanza de los proyectos que requieren material físico. Por ello, exploraremos juntos algunas restricciones de los simuladores para los proyectos de automatización y cómo diferenciarlos de los proyectos de programación.

Sabías que

¿La palabra “robot” cumplió ya cien años? El escritor Karel Capek la usó en su drama teatral R.U.R: Los Robots Universales de Rossum, obra escenificada por primera vez el 25 de enero de 1921, en donde se representaba algo parecido a los robots humanoides que conocemos hoy en día.

La robótica es una rama de estudio de la automatización, por lo que en ocasiones podríamos confundirlas, tal vez porque el primer acercamiento a la automatización para un estudiante suele ser a través de un robot.

La automatización tiene un sentido más amplio, no sólo se centra en robots, sino que abarca procesos y sistemas que constantemente se están optimizando en todos los ámbitos tecnológicos. Para nuestros estudiantes, aprender sobre automatización implica tener habilidades fundamentadas en el pensamiento computacional y el pensamiento constructivo que les permitan comprender el comportamiento de los dispositivos que bien pueden ser un robot, una combinación de electrónica y construcción maker, o tareas automatizadas en una computadora.

Enseñar la automatización en el aula ha resultado muy atractivo para nuestros estudiantes, que en su mayoría aprenden mejor haciendo cosas. Y en la transición hacia las clases virtuales hemos encontrado opciones de simuladores para automatización que lanzaron diversas marcas como complemento para continuar los aprendizajes aún sin contar con el kit de construcción en casa.

Algunos de los simuladores tienen la intención de que en un solo programa podamos simular distintos robots, pero para elegir alguno debemos analizar, además del costo-beneficio, los siguientes aspectos:

  • Experiencia de aprendizaje que ofrece a nuestros estudiantes.
  • Curva de aprendizaje sobre la herramienta.
  • Grado de supervisión que requiere por un adulto.

En los distintos niveles de educación básica donde usemos simuladores para automatización con el supuesto de que la mayoría de nuestros estudiantes no tienen los kits a la mano para hacer pruebas en casa, primero, debemos resaltar la diferencia entre los proyectos de automatización y los proyectos de programación.

Por ejemplo, en un proyecto de programación podemos emular un robot sigue-líneas en Scratch; en este proyecto, nuestros estudiantes no pueden decidir la configuración del hardware o estructura del robot, pero lo que sí pueden hacer es cambiar su diseño gráfico, aprender el algoritmo, comprender el uso de sensores de color y estructuras lógicas de condicionales para hacer que el robot siga la trayectoria de la línea.

Por otro lado, en un proyecto de automatización, un robot sigue-líneas realizado en simulador podría tener restricciones para cambiar la configuración del hardware o estructura del robot dentro del mismo simulador, pero también permite aprender el algoritmo, el uso de sensores de color y estructuras lógicas de condicionales para que el robot siga la trayectoria de la línea. Al trabajar con simuladores en los proyectos de automatización donde el tiempo de construcción disminuye, podemos compensar realizando retos extra de programación o pronósticos para saber qué pasaría si modifican los parámetros o cambian las condiciones, teniendo en cuenta que en la medida de lo posible debemos recuperar tiempo para el conocimiento empírico relevante sobre el uso de kits de construcción. La clave está en destacar el diferenciador del proyecto de automatización que se logra cuando el estudiante comprende que su prototipo tendrá un impacto más allá del entorno digital, tal vez para transformar su entorno con el resultado de su creación al lograr un impacto en el espacio físico.

A través del pensamiento computacional y el pensamiento constructivo, fomentamos la interacción y el trabajo colaborativo, propiciamos la habilidad de comunicación con los demás e impulsamos la autonomía y organización de los participantes en el grupo. Además, con la automatización enseñamos a nuestros estudiantes a simplificar tareas repetitivas para llevarlas a cabo de manera eficiente, también les enseñamos que una máquina automatizada carece de un criterio propio y sólo realiza paso a paso las tareas que le son programadas, incluso aprenden que una máquina tiene alcances y limitaciones debidas a su propio hardware y software, pero sobre todo aprenden que la automatización no compite con nuestras capacidades humanas, las magnifica.

Guiar el aprendizaje de cada estudiante en modalidad virtual ha sido como sembrar una semilla única, aunque hemos estado limitados tras las pantallas, plantar esa semilla a la distancia todavía despierta esperanza, emoción y cariño. El Telegarden ha sido una metáfora sobre la enseñanza y aprendizaje en nuestras comunidades educativas, porque de la misma manera nuestras aulas trascienden, incluso a través de un módem.


Con información de:

El trabajo en la era de los robots y la paradoja de Moravec. (8 de 12 de 2016). Obtenido de Vida revolucionaria:
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000375059
Goldberg, K. (s.f.). The Telegarden. Obtenido de https://goldberg.berkeley.edu/garden/Ars/
—Rojas, R. (13 de 02 de 2021). R.U.R. Cien años con los robots. Obtenido de Confabulario:
https://confabulario.eluniversal.com.mx/r-u-r-cien-anos-con-los-robots/