¿Qué es el pensamiento sistémico y cómo nos ayuda a alcanzar los ODS?

Competencias para lograr una vida sustentable

Como todos los seres de este planeta, vivimos en un entorno intensamente interconectado, donde cada acción tiene consecuencias y responsabilidades que desencadenan otras. Las acciones que tomemos hoy, influyen definitivamente en nuestro mañana y muy probablemente en el mañana de seres que ni siquiera conocemos. Por esto resulta importante entender qué es el pensamiento sistémico y cómo nos ayuda a alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).

¿Alguna vez has pensado en la serie de coincidencias y acciones que te llevaron hasta el punto donde estás hoy? Date unos minutos para reflexionar. Hazte preguntas como: ¿y si no hubiera conocido a esa persona?, ¿y si eso no me hubiera interesado en aquel momento de mi vida?, si hubiera decidido otra opción ¿mi vida sería igual? Lo cierto es que sin todas esas coincidencias y acciones interconectadas nada sería igual, ¿verdad?

Pensamiento sistemático

Veamos un ejemplo: imagina que compras una playera por Internet. Para ti esto no representa más que pagar por ella y esperar a que sea entregada; sin embargo, para que esa playera llegue a ti, debe pasar por varios procesos: desde que se cosecha o fabrica el algodón, se transforma en hilo y luego en tela para convertirse en playera, hasta el proceso de transporte que involucra a las personas que deben manejar el camión para llevarla hasta tu casa.

¿Puedes contar la cantidad de manos por las que ha pasado esa playera? La respuesta simple es no, pero con un pequeño ejemplo notamos cómo la acción de tu pequeña compra influyó en la vida de muchas personas, quienes gracias a tu playera tienen un trabajo que, probablemente, les dé a ganar lo suficiente para vivir.

Así vemos cómo todas las decisiones y acciones que tomamos nos afectan a nosotros y a muchas personas más. A esto se le llama concepto sistémico y se refiere a las relaciones, patrones y conexiones que existen entre diferentes elementos. Entender que las conexiones son un patrón básico del orden de todos los seres es lo que llamamos pensamiento sistémico.

Efectivamente, todos los seres vivos de esta Tierra estamos interconectados. Un gran ejemplo de ello es la cadena alimenticia, pero como ésta, también existen las de producción, comunicación y muchas otras que quizás hasta este momento nunca habías pensado como sistemas.

Absolutamente todos vivimos dentro de sistemas, y cuando éstos cambian surge la necesidad de adaptación; no obstante, nuestras actividades humanas crean desequilibrios dentro de los ecosistemas naturales con tal rapidez, que desafortunadamente las especies no se están adaptando a la misma velocidad.

Este desequilibrio está causando una serie de efectos que percibimos a simple vista: el cambio climático, los fenómenos naturales que trae consigo, la pérdida de biodiversidad y la acidificación del océano, entre otros.

Los humanos estamos creando algo a lo que se le llama extinción masiva y como seres inteligentes es nuestra responsabilidad evitarla y revertirla. Pero ¿qué tiene que ver esto con el pensamiento sistémico?

Bueno, si entendemos que todos por naturaleza estamos interrelacionados y que nuestras acciones afectan a un sinnúmero de seres, podemos imaginar que tenemos una responsabilidad colosal con nosotros mismos, los demás y el medioambiente, tal como lo ha señalado la Organización de las Naciones Unidas al plantear los ODS.

Aprender a pensar sistemáticamente es crucial para una educación por la sustentabilidad y para dirigir nuestras acciones hacia el cumplimiento de los ODS, pues pensar en sistemas requiere de un entendimiento en términos de relaciones, conexiones y contextos. Los sistemas en general se pueden caracterizar porque poseen lo siguiente:

  • Flujos de energía: todos los organismos son sistemas abiertos, lo que significa que necesitan flujo de energía para sostener la vida. Un gran ejemplo de eso es la cadena alimenticia.
  • Desarrollo: el desarrollo y aprendizaje, tanto en el nivel del individuo como en el de las especies, involucra la interacción de creatividad y adaptación mutua, en la cual los organismos y el entorno coevolucionan.
  • Balance dinámico: todos los ciclos ecológicos actúan como retroalimentación para las especies; por lo tanto, éstas se reorganizan adaptan o evolucionan para mantener el balance del sistema.

Por su parte, el Center for ecoliteracy ha identificado un grupo de quince competencias que es necesario que las personas jóvenes adopten para que logren un pensamiento sistémico y aprendan a vivir en comunidades sustentables.

Habilidades cognitivas

  • Entender problemas y situaciones desde una perspectiva sistémica.
  • Entender los principios ecológicos fundamentales.
  • Pensamiento crítico, resolución de problemas de manera creativa, aplicar conocimiento a nuevas y diferentes situaciones.
  • Evaluar los impactos y efectos éticos de las tecnologías y acciones humanas.
  • Ver consecuencias de largo plazo antes de tomar decisiones.

Habilidades emocionales

  • Sentir preocupación, empatía, respeto por todos los seres vivos de la Tierra.
  • Ver y apreciar múltiples perspectivas: trabajar y valorar a otros con diferentes antecedentes motivaciones e intenciones.
  • Compromiso con la equidad, justicia, inclusión y respeto por todas las personas.

Actividades

  • Crear y usar herramientas, objetos y procedimientos requeridos por comunidades sustentables.
  • Convertir convicciones en acciones prácticas y efectivas aplicando conocimiento ecológico y practicando diseño ecológico.
  • Evaluar y ajustar los usos de los recursos energéticos.

Conexiones

  • Experimentar ilusión y admiración por la naturaleza
  • Respetar a la Tierra y a todos sus seres vivos.
  • Sentir una conexión fuerte y profunda apreciación por los lugares donde están.
  • Sentir cercanía y parentesco con la naturaleza.

Habilidades cognitivas

  • Entender problemas y situaciones desde una perspectiva sistémica.
  • Entender los principios ecológicos fundamentales.
  • Pensamiento crítico, resolución de problemas de manera creativa, aplicar conocimiento a nuevas y diferentes situaciones.
  • Evaluar los impactos y efectos éticos de las tecnologías y acciones humanas.
  • Ver consecuencias de largo plazo antes de tomar decisiones.

Actividades

  • Crear y usar herramientas, objetos y procedimientos requeridos por comunidades sustentables.
  • Convertir convicciones en acciones prácticas y efectivas aplicando conocimiento ecológico y practicando diseño ecológico.
  • Evaluar y ajustar los usos de los recursos energéticos.

Habilidades emocionales

  • Sentir preocupación, empatía, respeto por todos los seres vivos de la Tierra.
  • Ver y apreciar múltiples perspectivas: trabajar y valorar a otros con diferentes antecedentes motivaciones e intenciones.
  • Compromiso con la equidad, justicia, inclusión y respeto por todas las personas.

Conexiones

  • Experimentar ilusión y admiración por la naturaleza
  • Respetar a la Tierra y a todos sus seres vivos.
  • Sentir una conexión fuerte y profunda apreciación por los lugares donde están.
  • Sentir cercanía y parentesco con la naturaleza.

Te invitamos a que pruebes implementar en tus estudiantes estas habilidades y verás la evolución de sus actitudes, así como el cambio en sus formas de percibir entornos y contextos.

Como educadores, tenemos gran influencia sobre nuestros estudiantes, ya que servimos como ejemplo y guía para ellos. Al inculcar estas habilidades, además de valores como respeto y cuidado, podemos plantar en ellos una semilla de paz, tolerancia y entendimiento. Si quieres conocer más sobre valores educativos y paz, te recomendamos visitar educar para la paz.


Con información de:

—Michael K. Stone/Center for Ecoliteracy Foreword by Daniel Goleman, author of Ecological Intelligence. (2009). Smart by Nature. EUA: Watershed Media.