Educación inclusiva = educación de calidad
Todos tienen derecho a la educación, nadie se queda atrás.
En el aula, la mayor preocupación del docente es lograr llegar a todos sus alumnos, difícil tarea si tomamos en cuenta los diferentes tipos de aprendizajes que cada uno de ellos puede presentar. Lo anterior se incrementa aún más si se trata de alumnos con habilidades diferentes.
Para la Unesco, construir sociedades más inclusivas, justas y equitativas comienza con sistemas educativos inclusivos. El Objetivo número 4 de Desarrollo Sostenible sobre educación, enfatiza la inclusión y la equidad como la base para una educación de calidad.
“Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos”.
La agenda de educación al 2030 pone especial interés en la eliminación de las disparidades de género; además de tener acceso a todos los niveles de enseñanza. Dentro de este nuevo marco, se considera la construcción y adecuación de las instalaciones educativas tomando en cuenta a las personas en situación de discapacidad y las diferencias de género.
“4.5 Eliminar las disparidades de género en la educación y garantizar el acceso igualitario de las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad, a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional.”
Según reporta la Unesco, las personas con alguna discapacidad son más propensas a abandonar la escuela antes de terminar la primaria o secundaria o simplemente de no asistir nunca a ella.
En la Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos de las personas discapacitadas, en su artículo número 24, se dice que los Estados deben asegurarles acceso a una enseñanza primaria y secundaria inclusiva, de calidad y gratuita, con igualdad de condiciones con los demás donde quiera que sea su residencia.
Con lo anterior se busca:
- Desarrollar plenamente el potencial humano y el sentido de la dignidad y la autoestima, y reforzar el respeto por los derechos humanos, las libertades fundamentales y la diversidad humana.
- Desarrollar al máximo la personalidad, los talentos y la creatividad de las personas con discapacidad, así como sus aptitudes mentales y físicas.
- Hacer posible que las personas con discapacidad participen de manera efectiva en una sociedad libre.
La Unesco busca una educación inclusiva, no segregadora, en donde se reconozca, valore y se ajuste a las características de cada estudiante. Un alumno que no tenga necesidades especiales se enriquece en un aula inclusiva, pues aprende a ser más tolerante y comprensivo hacia las dificultades de los demás. Los hace más colaborativos y empáticos a los problemas.
- Conoce a tus alumnos. Lo primero es conocer bien a tus alumnos, las dificultades que enfrenta cada uno, así como sus capacidades. Dedica tiempo a observarlos desde el inicio del curso.
- Fomenta la diversidad. Al iniciar el curso, comenta a tus alumnos que la diversidad enriquecerá al grupo, que no se debe ver como un inconveniente. Ver las diferencias de manera positiva hará que tus alumnos aprendan a valorarlas.
- Cambia tu metodología. Las clases inclusivas requieren de una metodología diferente. Deben basarse en la participación de todos los alumnos donde se fomente el trabajo en equipo para que cada integrante aporte al grupo lo mejor de sí mismo.
- Evalúa distinto. No se puede realizar una evaluación tradicional centrada en calificaciones. Realiza una evaluación continua donde se permita aprender de los errores y no se le tenga miedo al fracaso. Cada alumno trabajará al máximo de su capacidad y a su propio ritmo, siempre dando lo mejor de él. Plantea siempre metas reales.
- Participación del alumno. Todos los alumnos deben sentir que forman parte de la clase, esto se puede lograr si se crean proyectos de su interés. Fomenta su creatividad e iniciativa y la comunicación en el aula.
El tema de la educación inclusiva cada vez toma mayor relevancia y son más los centros educativos que están interesados en adoptarla. Es un reto que puede no ser fácil, pues requiere de tiempo, espacio y cambios en nuestra metodología; sin embargo, retomando la idea de la Unesco, es necesario dar las mismas oportunidades a todos, pues la educación juega un papel importante como motor principal del desarrollo y para la consecución de los demás ODS propuestos. De esta manera se logrará mejorar la calidad de la educación para el 2030 y nosotros podemos ser parte de este cambio.
Para saber más:
—unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Santiago/pdf/XI-XII-jornadas-de-Cooperacion.pdf
—gob.mx/imjuve/articulos/ods-4-educacion-de-calidad?idiom=es
Fuentes:
—inclusive-education-in-action.org/
—gob.mx/agenda2030/articulos/4-educacion-de-calidad
—es.unesco.org/themes/inclusion-educacion/personas-discapacitadas
—Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad