Creando creadores
Recuerdo los primeros semestres de mi carrera, en ese entonces no sabía si la ingeniería era para mí. Una tarde en particular estaba jugando con un Arduino, sólo me dediqué a prender y apagar un led hasta que noté que el programa dentro de ese microcontrolador era la materialización de mi pensamiento, que mi palabra la volvía acción, como si se tratara de magia, mi pensamiento estaba moviendo electrones, desde ese momento sabía que estaba en la carrera indicada.
Alan Moore, escritor de Watchmen, V for Vendetta y Jerusalem, tiene una visión muy interesante de lo que es magia. En el documental “The Mindscape of Alan Moore”, habla sobre el arte y las palabras, y de cómo pueden cambiar nuestra concepción de lo que nos rodea. Si en estos momentos comenzara a describir una ballena (su tamaño, su color, el paisaje que la rodea, etcétera) y soy diestro con las palabras, el lector empezaría a crear un mundo ante sus ojos, como si fuera un hechizo de pixeles que desencadena una serie de sinapsis dentro de su cerebro. Alan Moore describe al arte como “la ciencia de manipular símbolos para lograr cambios de consciencia”.
Esta definición podría verse como una metáfora, pero yo creo que es literal. La realidad es un modelo creado por nuestro cerebro, ya que sólo puede interpretar señales eléctricas, todos los colores, los sabores y las melodías que escuchamos, son sólo una serie de pulsos eléctricos que interpretamos y otorgamos un sentido; por lo tanto, nunca tenemos acceso a la realidad en sí, sólo a nuestra interpretación de ella. Lo anterior lo resume Anil Seth, catedrático de neurociencia computacional y cognitiva de la Universidad de Sussex: “la realidad es la alucinación en la que todos estamos de acuerdo”.
Si no tenemos acceso a la realidad y únicamente tenemos un modelo de lo que percibimos, quiere decir que existe la posibilidad de que a través del arte y la creación podríamos expandir nuestra consciencia y el modelo de lo que conocemos como realidad. Por lo que al educar alumnos como creadores, como magos, al enseñarlos a construir y expresar su creatividad, no sólo estamos ampliando su criterio, su sensibilidad y su consciencia, también estamos sembrando lo que en el futuro será una librería de experiencias y conceptos humanos más ricos, estamos expandiendo el concepto de realidad.
Considero que la creación es el fin más noble que un humano puede tener, como una bella analogía de nuestras células que, al sintetizar proteínas, están creando al organismo al que pertenecen, nosotros al compartir nuestro modelo del mundo, mediante nuestras creaciones, estamos expandiendo y modificando la misma definición de nuestro ser, creando una nueva versión de nosotros mismos.