Aprendizaje y evaluación van siempre de la mano

Evaluar los resultados logra una mejora continua en el aprendizaje de los estudiantes

¿Evaluar para calificar o evaluar para aprender? Éste es el debate que por décadas ha prevalecido en la educación, en la búsqueda para lograr las mejores estrategias y así medir los aprendizajes clave y los logros de los estudiantes, pues recordemos que aprendizaje y evaluación van siempre de la mano.

Vayamos a nuestra propia experiencia: ¿qué es para nosotros aprender en la vida diaria? ¿Cómo puedo saber, por ejemplo, si he logrado bajar de peso? Seguramente porque estoy sano y en mejor forma.

¿Pero cómo puedo detectar si he logrado estar en mi peso ideal? Puedo saberlo si tomo las medidas de mi cuerpo al inicio y al final del proceso, con una fotografía del antes y el después, o al registrar los datos de la báscula.

Para llegar a esos resultados, debí tomar diversas estrategias de evaluación: dietas, rutinas de ejercicios, consejos de un nutriólogo. Pero lo más importante es tener un objetivo claro, además de motivación y disposición para lograrlo.

Aprendizaje y evaluación van siempre de la mano
Aprender y hacer son acciones inseparables

Hay una distancia entre lo que ocurre en el aula y lo que ocurre en la vida real. En ese espacio existe una diversidad de saberes, lo cual lleva a buscar las mejores estrategias para poder enriquecer los aprendizajes de los estudiantes.

La evaluación auténtica se enfoca en el desarrollo de las capacidades de comunicación y resolución de problemas. Así, cada día en el aula, se espera que los alumnos se involucren en su propio aprendizaje, tengan más afinidad y demuestren sus conocimientos y su capacidad para resolver y atender situaciones de la vida real.

En el aula se busca dar a conocer conceptos más precisos, más complejos, más convenientes a la realidad de los estudiantes. Con la evaluación se busca un cambio en la cultura, en la forma en la que el estudiante se compromete cada día con su propio proceso de aprendizaje, sin que esto sea algo impositivo, pero estando en total control del docente.

De ahí la importancia de evaluar, pues este proceso crea un vínculo entre el alumno y el conocimiento. Evaluar es poder inferir, equivaler, medir, autorregular y reflexionar sobre el desempeño de los estudiantes.

Aprendizaje y evaluación van siempre de la mano

Los resultados de las evaluaciones brindan la oportunidad de contar con información que ayude a los estudiantes a identificar su forma de aprender y también aquello que les resulte lo mejor, con la finalidad de que logren adquirir los conocimientos que requieren.

Los resultados de la evaluación reflejan los aprendizajes, los logros, la motivación y las actitudes del estudiante respecto a las actividades más importantes del proceso.

La evaluación va acompañada del establecimiento de condiciones didácticas más dinamizadas, que propicien entornos personales para aprender. Es importante entender que las evaluaciones auténticas son pruebas que se refieren al criterio, no a las normas.

Se busca evaluar lo que hacen, evaluar lo que se ha enseñado y seguir el proceso de adquisición y perfeccionamiento de saberes determinados.

Sin estos elementos se crearía una mala combinación: “un docente que no está involucrado y unos estudiantes que no asumen la responsabilidad de su aprendizaje”.

Como docente, se debe tener claro cuál es el perfil de egreso al cual dirigir a los estudiantes. Hay que tomar en cuenta los siguientes aspectos:

¿Qué evaluar?

Este es el más grande reto: para poder saber qué medir, es necesario que se redacte un objetivo de aprendizaje, mediante el cual ajustamos los requerimientos del indicador de logro a la realidad de nuestros estudiantes.
El nivel de logro también lo establece el objetivo de aprendizaje, y debe ser comunicado al alumno al momento de darle instrucciones para presentar su trabajo de evaluación. El estudiante debe saber qué clase de producto se espera de él, para que éste sea tomado como bueno, entre más detalles sobre el producto, mejor para todos.

¿Cuándo evaluar?

Durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje podemos obtener mucha información. Como en el ejemplo del principio, sobre cómo bajar de peso, necesitamos una ruta clara, medir el inicio, el proceso y el final y revisar nuestros resultados al concluir, pues toda la información que obtengamos siempre será útil.

En general, se distinguen tres momentos de evaluación:

  • Evaluación diagnóstica: para saber sus conocimientos previos.
  • Evaluación formativa: para saber qué están aprendiendo.
  • Evaluación sumativa: para saber qué conocimientos han adquirido.

¿Cómo evaluar?

Existe una gama de instrumentos para recabar la información, tanto de manera cualitativa como cuantitativa. Lo importante es tener una evaluación justa, que promueva aprendizajes y que…

  • Dé cuenta de procesos y no de un momento único.
  • Contemple los puntos de partida de cada alumno para ver su avance.
  • Tenga una consigna clara.
  • Tome cosas que el alumno ya sabe hacer y se han practicado en clase.
  • Tome cosas importantes, no detalles o datos de memoria.
  • Busque ver cuánto sabe el alumno, no castigarlo.
  • Permita al alumno entender qué está bien y qué está mal.

¿Para qué evaluar?

Hoy los estudiantes buscan cohesión entre las personas, entre lo que digo, lo que enseño y lo que hago; por ello es importante que en todo momento sepan cómo están siendo evaluados, tener el objetivo claro y conseguir adquirir los aprendizajes esperados.

El éxito de una metodología de enseñanza y de los resultados obtenidos por el alumnado se fundamentan no tanto en la manera como se dan a conocer los nuevos conocimientos, sino en la evaluación, entendida como conjunto de actividades que posibilitan identificar errores, comprender sus causas y tomar decisiones para superarlas.
Philippe Perrenoud (1993)

Para terminar, recordemos que con los resultados podemos lograr una mejora continua en los estudiantes, que el aprendizaje va de la mano con la evaluación, y que la educación va de la mano con todos: padres de familia, docentes y estudiantes. Todos somos pieza clave en la educación.

Con información de:

—Enseñanza Situada. Vínculo Entre La Escuela Y La Vida, Diaz Barriga Arceo, Frida. Mc Graw Hill, 2006.
https://www.uv.mx/rmipe/files/2016/08/Ensenanza-situada-vinculo-entre-la-escuela-y-la-vida.pdf
—Evaluación Orientada al Aprendizaje. Cambridge Assessment.
https://www.cambridgeenglish.org/research-and-validation/fitness-for-purpose/loa/
—Aprendizaje y evaluación auténtica, Fidel Antonio Cárdenas, y Luz Helena Pastrana, universidad la Salle.
http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/fce-unisalle/20170114112848/aprendizaje_y_evaluacion_autentica.pdf
—Aprendizaje y Evaluación Auténtica – Experiencias y Perspectivas de Aplicación | eBook.
http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/fce-unisalle/20170114112848/aprendizaje_y_evaluacion_autentica.pdf
—Asesoramiento en evaluación , Organización de los Estados Iberoamericanos.
https://portaldelasescuelas.org/wp-content/uploads/2016/03/Asesoramiento_en_evaluacion.pdf
—10 ideas clave “Evaluar para aprender” Neus Sanmartí
http://cad.unam.mx/programas/actuales/cursos_diplo/diplomados/uaem_2014/00_cont/09_material/material/02_modulo2/04_qui/material_modulo_II_Quimica/01_10_ideas_clave_Evaluar_P1.pdf